Saltillo, entre desierto, vino y dinosaurios.

En esta temporada del año es cuando más se nos presentan los pensamientos de intentar nuevas cosas, de realizar aquello a lo que no dedicamos el tiempo suficiente el resto del año y, las cosas que hemos querido hacer a nuestra manera.

Por eso decidí aprovechar el fin de semana y aventurarme a un roadtrip en mi visita en Saltillo. Estaría en este destino por tan sólo tres días, pero quise sacarle la mayor ventaja posible, así que renté un auto para contar con la libertad total durante todo mi viaje sobre mis tiempos.

Días antes de mi viaje me informé acerca de los lugares que visitaría y algunos eventos que se llevan a cabo en esta ciudad. Descubrí que Saltillo tiene mucho más que ofrecer que un clima caluroso; sus calles están llenas de restaurantes en los que destaca la gastronomía típica mexicana que espera para deleitar hasta a los paladares más exigentes, y sus edificios cuentan con el folklore de la arquitectura mexicana. Al mencionar lo anterior, no puedo dejar fuera la Catedral de Santiago, con exquisitos detalles, entre una mezcla del neoclásico y barroco, y en sus interiores notables óleos de arte sacro.

En este recorrido por la historia dirijo mi camino hacia otro punto que relatará sobre el pasado en este territorio, por lo que hago una parada en el Museo del Desierto, que alberga en su primer pabellón la colección más grande de fósiles en México; además de permitirte adentrarte y conocer las características de los tres desiertos más destacados que se encuentran en México, su pasado, biodiversidad y ecosistemas.

Y ya que hablamos de dinosaurios y pasado, dejo que estos me dirijan hacia mi última parada en este destino. Sorpresivamente descubrí que en Saltillo se encuentra una ruta del vino que, por su fusión con la prehistoria es llamada la Ruta de Vinos y Dinos.

Esta ruta comienza en Saltillo y puede ir hacia el desierto o a la montaña, abarca los municipios de Parras, Arteaga y General Cepeda, en el estado de Coahuila de Zaragoza.

Los puntos turísticos que se tienen contemplados son culturales y gastronómicos, van desde el Museo del Desierto y el complejo de Bosques de Monterreal, hasta recorridos por bodegas que mantienen viva la tradición vinícola que inició en esta zona hace más de 400 años, y donde se incluyen destacadas casas productoras de vino.

Vinos y Dinos fue creada para que cada viajero arme su propio camino, ajustándose a sus días disponibles y al presupuesto que deseen. Los recorridos son los sábados y domingos, por lo que se ajustó perfecto a mi viaje y rentar un auto fue la mejor opción para este paseo.

Sin lugar a dudas, Saltillo es un destino al que deseo volver pronto para redescubrir aquello que tan celosamente aguarda para quienes tenemos pasión por vivir experiencias de viaje únicas e inolvidables.